Veo detalles, que los demás no quieren ver,
no es hacer malabares, sólo, hay que fijarse bien.
Veo, la falsedad, queriendo sentirse admitida,
y la mentira, en tonos, pretendiendo ser oída.
Veo, él ego, intentando alcanzar la cima,
y la ironía de la vida que intenta meternos fuego.
Veo al avaro luchando por ser primero,
y la bondad, a un lado, excluida de este juego
Veo, a la amistad, que no sienta cabeza,
que se va con seriedad y vuelve con conveniencia.
Veo a la moda, como jefa, con una sutil dureza,
y a la belleza, en consecuencia, enfermando de anorexia.
Alguna vez vi a lujuria, en los ojos de la inocencia, cohibida,
pero decepción la despertó y desde entonces marcó su vida.
Aunque no mengua mi sensación, al ver todo esto,
intento hacer de mi vida, un camino fácil, un cuento.
Por suerte, astuta y fuerte, veo a conciencia esperar paciente,
el día que una generación se despierte, y vuelva, al odio ausente,
Veo a la fantasía, mirándose en el espejo, sin pudor,
y entre los rayos del sol, su reflejo, o lo que creo que es amor.
