Armado con papel, sentimiento y boli,
sin saber que decir, tachar o imprimir,
espero sentado ese tren sin vagones,
que me lleve por los rincones del placer,
del misterio y la magia…
Espero ese místico momento y a tiempo poder saltar,
mezclarme dentro de un cuento y dentro poder volar.
Cuando cierro los ojos tu suspiro es el viento
que mueve las aspas, donde el molino,
trazando con hilo fino,
teje el querer que desprende un abrazo.
Tus besos son la envoltura,
que no aprieta sino que da soltura
y llena de belleza cual dorado lazo.
Tu mirada es la utopía, el sol se despide del día,
Y da paso a las estrellas acunadas por ella en su regazo.
Tu ausencia son cadenas, eternas noches de tinta
derramadas como lágrimas, narrando ser leídas,
y deseando comenzar su trazo.
Desarmado escribiendo para morir, o para vivir recitando… A
tu lado.
