Enséñame a tratar contigo,
a cruzar esa puerta,
si yo te doy mi corazón
y mi mayor castigo
es no recibir respuesta.
Sentir produce una acción,
escribir para ser un mago
en este desolado planeta,
donde ya no queda ilusión,
donde el amante es mendigo,
donde el loco quiere y respeta
y el cuerdo perdió la visión.
En el filo que me mantengo
el alma se vuelve inquieta,
las nubes caminan al son
en esta letra que entrego
mojando así mi libreta.
Olvida esa vieja canción,
que raíz echó como un drago,
muéstrate sin esa careta
y deja que despegue
el avión,
volar como con un trago
de este licor que me mata
y le pone al lápiz diapasón.
Que por ti bailará un tango,
siempre que estés dispuesta,
ya que te hablo con convicción
mientras espero en letargo
llegar a presidir tu fiesta.
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