Ahora que me siento a pensar
y la vida es lo que parece,
la mitad se nos va al recordar
y media es el futuro que enloquece.
Que la gente se miente al hablar
y así ocultar lo que siente,
sinceridad ya no puede ganar
si en verdad corazón está inerte.
A la que vende su amor en el bar
se la ve llorar a la mañana siguiente,
y a este mundo que le cuesta girar
por esa avaricia cada vez más fuerte.
Limitados todos por suerte y azar
y su miedo que está latente,
piden la emoción para llevar
al no atreverse a tenerla de frente.
Ahora no me atrevo a luchar
ni tampoco quiero defenderme,
perderme por tus sueños y jugar
mientras los recreas en tu mente.
Sé que pocos me van a escuchar
y para muchos seré indiferente,
pero sé que se puede valorar
serme fiel para serlo con la gente.
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